martes, 29 de abril de 2014

La Barraca del Turaniana. Segundo Acto.

Somos La Barraca del Turaniana… una humilde compañía de Teatro aficionado y de estudiantes creada hace dos años ya por este cronista deudo de sentimientos. Nuestro Instituto se llama Turaniana y venimos y vivimos en Roquetas de Mar. Es un bonito pueblo anclado entre la playa y los campos de invernaderos que vieron nacer la historia reciente de la comarca. Es un lugar moderno y dinámico pero con ese sabor a viejo de mar sentado en sus recuerdos. El viernes pasado actuamos en la Escuela de Música y Danza de El Parador. La obra, “UN SUEÑO CUALQUIERA” escrita y dirigida por Rafael Jiménez Torres, ese que llaman Director pero al que nadie hace caso. Deciros que fue emocionante rodearse de familiares, amigos, alumnas y alumnos de otros años que acudieron a la llamada de la gratitud y del sentimiento más generoso. La obra no era fácil. No hacemos teatro escolar sino de adultos para niños. Estos alumnos y alumnas de Bachillerato que son amigos supieron darle la mayor dignidad posible y la profesionalidad que la ilusión, la juventud y las emociones pueden ofrecer a estas edades. Ha sido un trabajo duro de medio año. Ensayos y exámenes, cansancio y momentos para la reflexión. Todo comenzó el año pasado con paso firme y ambición por la creación y actuación con la obra “TRES SOMBREROS DE COPA” hicimos entonces Teatro de Sombras buscando además, el espíritu de la compañía, el concepto de Teatro Total. Música. Escenografía con figurines móviles, texto y todo el efecto de luz y sonido posible, Nuestra pequeña historia se cierra además con la participación a lo largo de los dos últimos años en las JORNADAS DE TEATRO DEL SIGLO DE ORO que tantas alegrías y aprendizaje nos ha dado junto al resto de compañías que aman y se acercan al Teatro. Nuestros medios se basan en la imaginación y el reciclaje de cualquier cosa que pueda servir. No es cuestión de dinero, no lo tenemos, sino de esfuerzo y superación. Lo consiguieron y este año, bueno, el resultado ha estado a la vista. No vamos a olvidar esta actuación de Lilia, Cristina, Fátima, Ransford, Gabriel, María del Mar, Lola, Anita, María José y tampoco los que pertenecieron a la Barraca en su primer año y ya se fueron; sus vidas están ligadas ahora a un futuro prometedor.

Educar o enseñar, viejo dilema… FORMAR siempre. El escenario se convierte en una gigantesca pizarra de esfuerzo y firmamento donde cada estrella es un pozo de sentimientos por dar y demostrar a los demás. Agradecer además a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Roquetas de Mar las instalaciones municipales, la labor de Francis, el técnico y amigo que nos ayudó y aconsejó con su enorme profesionalidad y como no, a ese público amigo que nos reconfortó con sus aplausos en una noche mágica de duendes y elfos declamando el papel de la vida. El año que viene, más. Alguien habrá, el Teatro como la Vida, sigue.


Rafael Jiménez Torres.