Los alumnos de 2º de ESO han preparado dibujos, texto, imagen y sonido para escenificar la leyenda del poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer. Utilizando la técnica de pequeño teatro japonés "kamishibai", han deleitado a sus compañeros con la lectura de esta breve historia y nos han puesto la piel de gallina a todos.
Una bonita actividad desarrollada por la profesora de lengua Laura Ferrer que ha terminado con la lectura de poemas del autor.
lunes, 5 de junio de 2017
Premio en el VI Certamen literario "Mujeres y letras"
EL
EXTRAÑO
María
Mañas Sáez
1º ESO
Decían
de él que era una persona extraña y metida en su mundo. Nadie sabía
qué o quién era antes de aparecer en nuestra pequeña y tranquila
ciudad. No se relacionaba con casi nadie, solo con sus pocos
compañeros de trabajo con los que apenas compartía unas pocas
palabras. Por ello estaban sorprendidos por su manera de ser. No era
huraño pero tampoco era la persona que todos desearíamos invitar a
una fiesta. Sus compañeros al principio intentaron que se uniera a
ellos y que saliera de fiesta y conociera a las personas de la
ciudad. Él siempre se negaba con educación. Comprendieron que no
tenían nada que hacer para sacarlo de su trabajo y de su casa y
finalmente lo ignoraron como él hacía con ellos.
Se
hacía llamar Frank. Todos sabíamos que ese no era su nombre real y
que nunca nos diría cual era.
Siempre
vestía de negro. Al principio creímos que era porque estaba de
luto, pero después de dos años supimos que era porque le gustaba
pasar desapercibido.
Cuando
no estaba en el trabajo, se quedaba encerrado en su casa.
Precisamente en su despacho, escribiendo. ¿Por qué lo sé? Yo era
su vecino y lo oía teclear una vieja máquina de escribir horas y
horas sin cansarse. Me gustaba observarlo pues era una delicia ver
cuánto trabajaba y cómo extrañamente, disfrutaba.
Trabajaba
para el periódico de la ciudad, periódico que yo compraba para leer
y disfrutar de su prosa, sintiendo que escribía su crónica diaria
solo para mí. Era un gran seguidor suyo y me parece que tenía
muchos más. Pero no lo reconocían para que nadie pensara que les
gustaba lo que hacia esa extraña y misteriosa persona.
No
sé como llegó a esta ciudad pero éste no era un lugar para alguien
como él. Era un auténtico artista y por ello decidí espiarlo. Me
convertí más o menos en su sombra. Me moría de ganas de
preguntarle cómo y por qué había llegado a nuestra pequeña
ciudad, cómo alguien con semejante talento podía seguir allí… En
fin, quería saber todo sobre su vida.
Empecé
a obsesionarme y a imaginarme historias oscuras y cada vez más locas
sobre él. Por ejemplo, llegué a pensar que una sola persona no
podía escribir así de bien, que tendría a alguien para que
escribiera para él y que se escondía en nuestra ciudad para escapar
de las autoridades. Ya sé que suena a locura pero en ese momento
realmente lo pensé.
Un
día llamé a su casa y… me abrió. E increíblemente me invitó a
pasar. Le pregunté todas mis dudas y me quedé bastante impresionado
cuando me confirmó que efectivamente se hacía pasar por una persona
que no era, pero no me quiso contar nada más y me despidió
amablemente.
Pasó
el tiempo y él se mudó a otra ciudad y triunfó como en el pueblo
no lo hubiera hecho.
Esta
historia podría terminar así y solo sería una historia más de no
ser por qué muchos años después y de manera accidental descubrí
que el hombre que tanto había admirado en la sombra era en realidad
una mujer. Una mujer que tuvo que hacerse pasar por quien no era para
poder triunfar en un mundo de hombres.
Este
relato de ficción está dedicado a todas las mujeres que a lo largo
de la historia pudieron triunfar y no se les permitió.
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