martes, 24 de junio de 2014

Certamen Literario: Primer Premio Segundo Ciclo


SIN FINAL

Se escuchaba ruido, gente gritando, niños que pasaban por mi lado y vociferaban. Intenté abrir los ojos pero había tanta luz que tuve que volver a cerrarlos rápidamente. Varios minutos después, conseguí levantarme y ver las cosas que había a mi alrededor.
Estaba algo confundido ¿cómo era posible que yo estuviera en ese lugar y viera a la gente tan alta? ¿había menguado mi tamaño?
Recuerdo recordar que volví a mi casa pasadas las once y mi mujer se había cabreado conmigo por algo que vagamente recuerdo...cené, le di las buenas noches a mis hijos y me fui al incómodo y doloroso sofá para dormir. Eso es todo, eso es justamente todo lo que recuerdo de lo que hice el día anterior.

Yo era un hombre honrado y adinerado, me gustaba consentir a mi familia y aún así no sabía cómo conseguí llegar ahí.
Caminé durante un largo rato hasta conseguir localizar la calle en la que vivía. Durante el trayecto hubo varios grupos de chicos que querían apedrearme, gente adulta que protegían de mí a sus hijos y otras no tan adultas se dedicaron a darme patadas.

Por fin había llegado a mi casa, se había hecho de noche hacía como una hora. Intenté abrir la puerta pero no lo conseguía, hasta que vi un hombre que se acercaba silbando, con la corbata deshecha, el pelo despeinado y agitando sonoramente las llaves.
Suspiré aliviado. Aquel hombre podría ayudarme, pero conforme se acercaba a mi me daba cuenta de que esa figura me era familiar. Sí, muy familiar. Cuando lo tuve a unos pasos de distancia, me di cuenta de que ese hombre era yo. ¿Cómo era posible? ¿No era yo el que veía a la gente más alta?

Me di media vuelta para ver mi reflejo en la puerta cristalina. ¿Ese era yo? ¿ahora soy un perro? ¿un perro que no tiene dueño y vive deambulando por las calles?
-¡Eh! Fuera de mi portal, perro pulgoso -y ese "yo" me apartó con su pie.

Salí corriendo sin saber hacia qué dirección iba, hasta que me cansé y paré para descansar. Cerré los ojos, se escuchaba ruido, gente gritando, niños que pasaban a mi lado y vociferaban...

-->
Laila Laabich Chennouf, 4º ESO B