miércoles, 14 de mayo de 2008

¿Se pueden crear delincuentes?


Decálogo para hacer de su hijo un delincuente.

Hace unos meses pude ver en You Tube (el sitio de Internet donde cualquiera puede compartir sus vídeos con el mundo entero y donde hay más basura que otra cosa), una clase magistral de una conferencia del juez de menores de la audiencia de Granada Emilio Calatayud. La verdad es que no tiene desperdicio la intervención completa, pero comenta con bastante ironía una serie de consejos para, como él dice, crear un delincuente. Es algo que debería hacernos reflexionar y pensar que nuestros hijos deben ser lo más importante en nuestras vidas y que aunque podemos cometer errores, nuestra principal preocupación debe ser hacerles grandes (personas) para que puedan ser moderadamente felices.

1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.

2. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.

3. Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.

4. No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.

5. Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.

6. Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.

7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.

8. Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.

9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.

10. Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.

Lea esto varias veces y pregúntese qué será de sus hijos. Luego puede comentarlo con ellos a ver qué opinan.